"En años posteriores, cuando Mies disfrutaba de toda su fama en América, se le conocía como el silencioso Mies, profundo y taciturno, que se expresaba con sus obras mejor que con sus palabras. "Construid, no habléis", era la exhortación que sus admirados estudiantes le atribuían con frecuencia. Esta imagen está reñida con lo que hemos escrito sobre su activo y diestro politiqueo dentro de la profesión en la Alemania de mediados de los años veinte. Pero, en coherencia con su biografía, era pausado para construir; más concretamente, iba a pasar mucho tiempo hasta que pudiera ver su ideología moderna plasmada en una obra moderna. Durante los años siguientes al período de los cinco proyectos, y en realidad después de su histórica labor en la Weissenhofsiedlung de Stuttgart en 1927, fueron muchos más los diseños que se quedaron en el papel que los que se construyeron. Y entre los que se realizaron, algunos eran tan tradicionales en su estilo, tan cercanos a sus obras anteriores a la guerra en comparación con los cinco proyectos, que hacia 1925 se podía decir de él que de arquitectura moderna hablaba sensiblemente más que la que construía".

Franz Schulze, Mies Van Der Rohe: Una biografía crítica, "Europa resurge de las cenizas" University of Chicago Press, Chicago, 1995, page 120.